Esta forma de decoración surgió en los años ’70 con las largas túnicas de bambula usadas en Woodstock, o con los jeans Oxford que tanto nos enamoran hasta el día de hoy está teniendo un sorprendente regreso. Tanto es así, que se convirtió en la inspiración de muchos de los diseños actuales de Gucci, Channel,Valentino o Giambattista Valli.
El bordado es un verdadero arte, una ornamentación que los romanos denominaban como ‘pluma de ave’ y que se atribuye a los antiguos Babilonios. En aquella época empleaban hilos de seda, lana y lino, en multitud de colores, incluidos plata y oro.
Aunque las versiones más jugadas son bordados cargados que abarcan toda la superficie como espaldas de camperas de jean, o minifaldas íntegramente bordadas , también pueden incorporar esta tendencia a su guardarropas, pequeñas flores en detalles de cuellos, dobladillos y bordes de bolsillos la hacen amigable para todo público.
Si buscas relacionarte más con este tendencia y sus distintas aplicaciones checa el gran trabajo de Florencia Ponce de León diseñadora de modas, enfocada en estampas y zapatos; Amante de las texturas, los detalles y la investigación en todo lo relacionado al arte y al diseño.